EL DULCE PÁJARO DE LA REVOLUCIÓN

Ya me he terminado el tercer libro de la trilogía LOS JUEGOS DEL HAMBRE, no podía esperar a la película, espera no se que, porque ha sido decibidor, o sea decepcionante. Creía yo que la autora había captado el espíritu de la época. Pero no. O quizás si, pero no era lo que yo esperaba, su resolución es pequeño burguesa y conformista. Tal como debe ser ella, una autora de éxito que vivirá en una mansión sin ningún problema de los que quería reflejar en la novela. No no pasará hambre la tal Suzanne Collins .
Ahora veo el secreto de su éxito, escribir una novela de aventuras bajo un prisma no solo feminista, sino dirigido a las adolescentes. Supongo que ya tenia en mente la película, como guionista profesional e televisión que es.
Los juego del hambre no ofrecen ninguna solución al problema que nos traemos entre manos, el problema de la VIDA. No puede ser que todo se reduzca a la supervivencia mas o menos cómoda, en primer mundo y atroz en el tercero y cuarto mundo.
¿Por que vivimos?Y peor todavía, ¿por que tenemos conciencia de que vivimos? ¿Que tenemos que hacer con nuestra conciencia? ¿Ignorarla, embriagarla, distraerla con una u otra cosa todas banales, dejarnos arrastrar por nuestro hemisferio derecho, o es el izquierdo el de los sentimientos? Preguntas sin respuesta, todo es inútil, la validez la ponemos nosotros y por lo tanto es nula al ser subjetiva.