lunes, 31 de agosto de 2015

10ª jornada. De Bermegal a Pertusa

Sábado, 15 de agosto.
Salimos del albergue dejando a los ciclistas en la cama. Paramos en bar Meridiano a desayunar, tenemos que esperar un poco, pues habrén a 8 y faltan unos minútos.
Pronto vienen un par mas de parroquianos, una mujer que acaba de salir de trabajar y otro señor madrugador. La mujer tiene familia en el Camino, pero en el norte.
Tras el desayuno bajamos del pueblo por una senda de cemento, un poco escarpada. Pasamos por una granja con muchos perros, aunque todos están atados menos uno que no muerde. Y al poco salimos a campo abierto.
Es encontrarme en medio de la inmensidad de la naturaleza y pasarseme el estreñimiento crónico. Creí que iba a ser incomodo cagar en el campo, pero es todo lo contrario, es mas incomodo cagar en waters desconocidos.
Pasamos por un pueblo con una plaza con una barbacoa. Paramos un rato escuchando la radio, pues están entrevistando a un peregrino histórico, de los que empezaron en los años 70 y viaja vestido de peregrino medieval.
El camino conduce hacia la riba de un canal, por la carretera de servicio.
Aunque no pasa ningún coche. Es un trecho de varios kilometros por esta carretera, con el canal a la derecha y unos arboles que no se si son pinos o cedros. Yo diria cedros, pero huelen como pinos.
El canal desaparece por un tunel, y la carretera se transforma en la consabida pista rural aragonesa llena de cantos rodados de todos los tamaños. Estoy haciendo todo un curso en geología por la gran cantidad de piedras que llego a ver a lo largo de todo el día.

Por fin llegamos a la carretera de Pertusa, recien asfaltada huele fatal a alquitrán, por suerte o por desgracía...o por gracia de los diseñadores del Camino, la abandonamos para entrar al pueblo por una senda retorcida y a ratos escarpada.
Pertusa es un pueblo diferente de los demás que hemos visto, en vez de estar encaramado en un cerro, este está oculto en una hondonada junto al rio.
Además de está singularidad tiene un monumento de interes nacional, una torre de campanario diseñada por Juan de Herrera, el arquitecto de El Escorial. Se ve que Felipe II, tuvo que parar en el pueblo a causa de una indisposición y fue tan bien tratado que hizo construir este campanario por su arquitecto preferido como regalo al pueblo.
Los de Pertusa le sacan partido al campanario, nada mas entrar se oye un repique de campanas expectacular. Nosotros nos decimos que será en nuestro honor. Pero no, el pueblo está en fiestas, y determinadas horas hacen ese alarde campanil.
Preguntamos por el bar donde dan las crdenciales, y un señor amablemente nos acompaña. Y también nos acompaña donde el albergue, pues el que se encarga cojea y le cuesta moverse. El abergue es impresionante, un autentico chalet.
Completamente equipado, tiene hasta televisión. Aunque la lavadora no supimos ponerla en marcha.



Salimos a comer y comprar algo, pero en ninguno de los dos bares tienen otra cosa mas que patatas fritas de bolsa. Por suerte el bar donde dan las credenciales es también la tienda, y aunque cerrada por las fiestas, el dueño se acaba apiadando de nosotros y la abre para vendernos alguna cosa. Compramos arroz, pan, atún, leche y por supuesto agua. Ingredientes con los que Bea hace un arroz a la cubana, sin huevo, pero con atún. Muy rico, muy buena cocinera.
Luego vemos un para de peliculas en la tele, Tomboy y otra de una chica muerta.
Yo me quedo durmiendo frente la tele, pero Bea se acuesta y duerme hasta el anochecer. Ni el repique de las campanas la despierta.
Tras la cena, salimos a ver la fiesta.
Nos tomamos un par de cervezas mientras escuchamos la orquesta Los Carmelo, los vecinos no se puede decir que sean muy fiesteros. Estos aragoneses son muy reservados, solo se nos acerca una señora que es de Sabadell. Bueno es maña pero vive allí.
Nos recojemos sobre las doce, yo me voy a dormir y Bea se queda viendo la televisión y escribiendo en su diario.

8 comentarios:

  1. El perro que no muerde debe ser el encargado de soltar a los que sí, en caso de que seáis mala gente, je je je...
    ¡Ostras! con el calor que hace hoy, que el calor chorrea por el cuerpo nada más secarte de la ducha, verte tan abrigado da repelús, ¡uf!

    Ya, a mí también me producía estreñimiento tener que usar un váter ajeno, pero se me pasó por pura necesidad, de lo contrario no habría sobrevivido, con la de sitios en que he estado.

    Puede que Iñaki conozca al peregrino que viaja vestido de medieval.
    Yo también creo que los árboles que citas son cedros, pero no se puede ver bien en la foto.
    Interesante dato, el de la torre de Juan de Herrera y Felipe II.

    Con albergues así da gusto ir por esos mundos. ¿Cuánto os cobraron por este?
    ¿Y dices que Bea no tiene internet? Lástima, si escribe un diario durante el Camino, sería interesante saber sus impresiones.

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    1. Las mañanitas eran fresquitas por allí arriba

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  2. A saber que ha escrito de mi, jejeje. Pues no tiene internet, y parece que tampoco mucho interes en las nuevas tecnologias. He intentado interesarla pero nada.
    Este albergue como casi todos los municipales es a 5 euros. De todos los que conozco es de los mejores, solo superado por el de Alcolete, que valia 10 euros.

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  3. ¡Buenos días dominicales, Doña Teresa y Don Jesús!... Desde el episodio anterior ( posterior para ustedes, jeje, voy en sentido contrario ) esto se anima porque a su interesantísima ( y no es coba ) descripción y pormenorización de su trotamundeo se han sumado los comentarios inteligentes y agudos de nuestra vieja amiga ( y perdone por lo de vieja, Doña Teresa, pero el calificativo va impregnado de cordialidad, se lo dice este jovenzuelo )
    ¡Enhorabuena, se ha estrenado usted como "caganer xacobeo", Don Jesús!, es decir: cagador al aire libre. Eso, junto al pedo bien sonoro en un albergue, ya le dan la categoría de veterano. En mis caminatas santiagueras no ha habido una sola edición en la que no haya al menos cagado bajo el cielo en un par de ocasiones. El rollete de papel higiénico es tan indispensable en la mochilla como el betadine o la pasta de dientes. El aire libre, si el tiempo es apacible, hace que en estas funciones fisiológicas no echemos de menos la confortabilidad de un asentadero de "Roca" Sigo...

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  4. En una ocasión fui sorprendido por unos peregrinos. A pesar de haber mirado muy bien al Camino por si venía alguien, me pillaron. Ocurrió en la sierra de Atapuerca. La gente va a más velocidad de la que te imaginas. Pasa como con los que se piensan que pueden cruzar la via porque el tren todavía "está muy lejos" En mi primera peregrinación, a un señor que venía conmigo le dio un apretón y se ocultó tras un árbol de grueso tronco. Se hizo invisible para los que caminaban por el Camino. Pero resulta que por el otro lado apareció un tractor y fue a "aparcar" justo a un par de metros de donde estaba defecando el caballero. Creo recordar que hace años utilicé la anécdota para una de mis zurbahistorietas. Rizando el rizo de lo que nos apetece hacer al aire libre, confiésome aquí de que uno de mis caminos me masturbé. Sentía pasar cerca de mi a los peregrinos, pero me distanciaba su visual la hojarasca. Esto fue entre San Martín del Camino y Hospital de Orbigo, tierras leonesas. Llevaba todo el Camino, desde Navarra o Huesca ( no recuerdo que Camino fue en aquella ocasión) aguantando este deseo primario. Sigo...

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  5. Respondiendo a Doña Leona, han sido varios los peregrinos "estrambóticos" o seudoactores que han hecho el Camino, mil veces lo han hecho, caracterizados de peregrinos medievales. Uno de ellos era una celebridad en Galicia, vivía en Santiago, y antes de ser "peregrino medieval" había tenido una vida muy intensa, se le quería mucho en su tierra. Murió hace un año o menos, se publicó la noticia en muchos medios de comunicación.
    Interesantisimo lo de la torre de Juan de Herrera en homenaje a Felipe II. En muchos pueblos canijos de España te encuentras a veces sorpresas, cosas de las que sus vecinos presumen orgullosos. En cierta ocasión me perdí cuando caminaba en dirección a Terradillos de los Templarios, en el páramo leonés, para hacer noche allí. Llovía de cojones. Pues fui a aterrizar a un pueblo que no recuerdo ahora su nombre, era un pueblo de siete u ocho casas como mucho y en la fachada de una de ellas vi una pintada enorme en la que ponía: "AQUÍ SE RODÓ LAS RATAS" En ese momento me vino a la memoria que años antes yo había llevado a una productora mi curriculo y fotos con la idea de que me escogiesen para el reparto, cosa que no sucedió como casi siempre. Pero, mira por donde, yo podría haber estado rodando en ese pueblo. Sigo...

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  6. ¡Oh, un albergue de lujo en Pertusa! Suceden en el Camino estas cosas, Y a un precio de albergue municipal,¡estupendo!... ¡Cuantísimas cosas me recuerda usted con esta supernarración!, y yo aquí jodido en la desaborida Inglaterra, jeje!
    Bea escribe un diario pero rechaza participar en Internet. Esta mujer tiene eschufe con una gran editoria, ¡seguro!, nos va a dar sopas con onda a usted y a mi, Don Jesús!
    ¡Hasta el próximo weekend!

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  7. Desde luego ese es uno de los alicientes de Camino, la sensacion de libertad al aire libre que compensan todas las incomodidades.

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