Hoy me ha dado por eliminar papelotes. Tenía hasta tres cajas llenas, que han dado para sendas bolsas de basura hasta los topes. Muchos eran facturas y cartas del banco de hace mas de 10 años, pero también me he desecho de todos mis escritos de los blogs, ya que al principio primero escribia los posts en papel, y luego los pasaba al ordenador. Miles de escritos, toda una vida blogueril.
No digo que no haya sentido un poco de pena, pero para que conservarlos, nadie los leera, ni siqueira yo. Los años del Que!Diario, la RAIB y cientos de historias. ¿Habrán valido la pena? Yo creo que si, por lo menos ahora me siento menos idiota, en tanto que creo que concibo mejor la realidad que me toca vivir. Aunque no sea muy alagüeña, pero podría ser peor. Y supongo que es gracias al ejercicio de pensar y escribir todo aquello.
Las tres cajas se han reducido a una, aunque podría haber tirado muchos papeles mas. En realidad todos. Han quedado las declaraciones de Hacienda, las nominas y contratos, de los que tengo una buena colección. Algunas fotografías viejas, en las que se me ve muy jóven. La cartilla militar y cuatro felicitaciones de Navidad.
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