Hoy me despertado y no había conexión a Internet, eran las 6 de mañana, hora en la que no suelo conectarme por lo que deduzco que en Orange lo saben, y a las horas en que sus clientes no se conectán, cierran para ahorrar. Es una teoría.
El desfase horario es porque hoy tenía que ir a la boda de mi hermana. Es su segunda boda, con su compañero actual, mi cuñado, desde hace bastantes años. Mas que nada una cuestión de tramite adminsitrativo, que se ha ido complicando hasta casi celebrar una ceremonía de casi hasta 50 invitados.
La ceremonia no merece ni ese nombre, uno no sabe si sale de allí casado o juzgado y encarcelado porque la jueza la verdad es que no se lo tiene muy currado.
El banquete ha sido una ganga, mas que nada por celebrarse en jueves, día en que los restaurantes están vacios. La cosa ha acabado pronto, sobre las 5, ya que por suerte no ha habido bailes ni salida a las discotecas, y es que la mayoría de los invitados ya tenemos unas edades. Es lo mejor de las bodas en la edad tardía que no se alargan absurdamente.
Bodas de juzgado... Un horror según mi experiencia (ajena).
ResponderEliminarLo gracioso es que las novias siempre iban como para la Iglesia, de blanco y emperifolladas con tules, y los novios ídem, como lores.
En la de mi hermana -a la que bordé el vestido con perlas y pedrería-, tuve un follón de tres pares porque no quiso invitar a nadie más que los padres y hermanos. Se vistió en mi casa y montó en el coche de mi marido, viajando yo en el de mi padre. Después del bodrio del juzgado fuimos a unos jardines a hacer fotos y... como ya tenían una hija, un año mayor que la mía, no querían reconocerlo, así que, cada vez que la nena decía "Papá...", mi marido contestaba presto "Díme, hija". Joder, mi sobrina acabó mirando mal a su tío, ¡juas juas! Tenía unos tres años.
Fuimos a comer a un restaurante de medio pelo. Anda que ver entrar a los novios, así disfrazados, pero acompañados sólo por siete personas -niñas incluídas-...
Al terminar el ágape, la chalada me dijo que iba a cambiarse de ropa, que la acompañara a los servicios. Yo alucinaba. Nunca ha sido muy normal, no.
Se cambió de ropa y... los camareros se dieron cuenta, uno de ellos le dijo al otro "¿Has visto? Teníamos a una novia y de repente... ¡plis plas!, ya no está". A ella no le hizo ninguna gracia y temí por la integridad de ellos...
Pero la cosa no acabó ahí, no señor. De vuelta a mi casa cogió el teléfono (entonces lo tenía fijo), y llamó al resto de la familia, invitándoles a la tarta. Tarta que salimos las dos a comprar en la pastelería del barrio.
Una vez de vuelta, se metió en mi habitación para volver a ponerse el vestido de novia. Los invitados ya habían venido, pero... se presentó la vecina de abajo, una cotilla de mucho cuidado. Mis padres eran padrinos de una de sus hijas y entró como en su casa, como de costumbre.
La tarta estaba allí, con las figuritas de los novios y mi tía Angelita los cogió de un zarpazo, escondiéndolos bajo la mesa.
¡Joder!, la vecina ya había saludado a todos y se había sentado a la mesa como si nada. Yo no sabía qué hacer ni qué decir. Mi hermana seguía en la habitación, sin querer salir. Y por lo que supe después, dando puñetazos en la pared.
La cotilla me dijo "Venga, corta el pastel". ¡Horror! No sé si alguien le dijo algo, pero finalmente se levantó y se fue.
Resultó muy desagradable, sobretodo para mí, ya que esa vecina solía hacerme muchos favores por mi falta de audición, llamando por teléfono cuando lo necesitaba.
Era una cotilla, sí, puesto que nadie la había invitado, pero aún así, fue un palo y yo no tenía la culpa de que mi hermana esté como una chota, ya que toda la familia se quedó a cuadros.
Amigo mío, espero que a tu hermana le vaya mejor porque a estos...
Es que una boda hay que organizarla, sino las improvisaciones ya se sabe.
EliminarCachis la mar, yo también tengo una edad pero me gusta el cachondeo, je, je!
ResponderEliminarFelícitela a su hermana de mi parte. Dígale de parte de Mencigüelo Mejillón, a ver que cara pone.
Feliz día!