¿ÚLTIMA CARTA DEL DIRECTOR?

Posiblemente esta sea mi última carta como director de El Periódico de El Prat. No solo porque me voy de vacaciones, sino por la naturaleza de mi situación laboral, se puede decir que me hayo en "suspensión cuántica", como el gato de Schrödinger. Tengo y no tengo trabajo, no lo sabré hasta que intente reincorporarme a mi empleo en septiembre. Aunque temo recibir alguna alevosa carta a mediados de agosto.
Esto cambiará mis prioridades, de intentar salvar este pueblo y al mundo, a salvarme yo mismo. A la lucha por la supervivencia. Por lo que no me quedarán ganas de jugar al periodista.
Con todo no cerraré el periódico, que aunque pocos, cuenta con esforzados colaboradores que pueden seguir en la brecha, tanto en la web, como el Facebook.
Alguien pensare, yo mismo lo he hecho, que podría dedicarme profesionalmente al Periódico, y dentro de mis limitaciones ganarme las garrofas con el periódismo. Pero me temo que no hay mercado. Para conseguir mil euros mensuales, que tras impuestos se quedarían en 600, necesitaría llenar la página de anuncios, mas anuncios que noticias. Eso y convencer a los comerciantes de El Prat a que paguen un anuncio en un periódico que quiere ser crítico y contrario a todo.
O como tendré mucho mas tiempo e Internet no me cuesta nada, podría dedicarme de gratis et amore.
Pero no podrá ser, cada vez el subsidio de desempleo es menor, me parece que ahora está en 15 meses, pero seguro que lo bajan a 12 o menos. No me quedará otra que emigrar, primero intentaré Inglaterra, si fracasa la cosa, Alemania.
Aunque esto es muy futurible. La situción de España es lamentable, vamos de cabeza a la guerra civil, el escenario empieza a parecerse a 1936. Ruina, caciquismo y separatismo. Solo falta la violencia, que no tardará en aparecer. Porque reconozcamoslo, nos gobiernan auténticos hijosdeputa, que no tienen que envidiar en nada a Gadafi o Asad...yo diría que son peores,pues se aprovechan del nombre de la democracia para oprimir al pueblo.
Si me uniré a la resistencia armada, lo dudo, mi confianza en el genero humano está por los suelos, no por la buena gente humilde, sino porque invariablemente al poder siempre llegan los peores.

JV