Nuevo desorden mundial

Hoy tengo diarrea blogórica, no importa, mis pocos lectores los agradecerán y los demás después de todo no me iban a leer.
Pensaba yo atenazado por el frío, que lo de Copenhague es mas grave de lo que parece. No solo nos hemos cargado o cargaremos el clima sino toda una concepción de la política mundial. No ha sido posible el acuerdo, es que ningún acuerdo es posible. Ha partir de ahora reinará el darwinismo nacional, la supervivencia de las naciones mas fuertes. Es el fin de la era de la cooperación llevada a cabo a trancas y barrancas, sobre todo de forma bipolar, occidente contra URSS al principio y por inercia desde la caida del muro. Volvemos al gran juego que propicio la Gran Guerra y su secuela la II Guerra Mundial. Pero también el final de la filosofía progre, basada en la bondad humana. El hombre sigue siendo tan bueno como antes, pero a partir de ahora es una cosa que no podremos permitirnos.
No se cuando empezaran las guerras por las hambrunas y la acaparación de los recursos, tal vez ya han empezado, véase Iraq (petróleo) o el Congo (coltan). De buen seguro que se generalizarán. Por lo que los gobiernos ya no pueden permitirse el lujo de desarrollar políticas de desarrollo económico, valga la redundancia, sino por preparar la resistencia y la defensa...cuando no el ataque.
Dentro de este contexto prebélico vemos que España es mas vulnerable que un caramelo en la puerta de un colegio. Aparte de los riesgos de desertificación que harán inviable en al menos dos terceras partes del territorio. Tenemos que ni nuestro gobierno ni nuestro ejercito están a la altura de las circunstancias.
Entre otras políticas que yo veo necesarias, en primer lugar habría no solo que volver a instaurar la mili, sino militarizar a toda la sociedad de momento preventivamente, pero preparados para ser movilizados. Y adaptar la economía a las necesidades de la futura guerra. Industria armamentística, bomba nuclear inclusive. Priorización de empresas estratégicas, naval, aeronáutica, ferroviaria y de maquinaria pesada. Apertura de las minas de carbón a falta de otros recursos energéticos. Generalización de las plantas desalinización, pues pronto solo dispondremos del agua de lluvia, al no haber reservas en forma de nieve. Y sobre todo agricultura y ganadería autosuficiente ante el eminente cierre de los mercados globales. Y un gran programa de escabación de túneles, que duda cabe que España será subterránea o no será.
La reforma política también es mas que necesaria, no podemos permitirnos el lujo de un gobierno bipolar, rey y presidente. Hay que ir a la república presidencialista y centralizada. El cambio climático ha vuelto obsoletas las autonomías, todo secesionismo tendrá que perseguirse como alta traición, máxime cuando la propia España si quiere sobrevivir tendrá que asociarse con otras potencias mas poderosas, probablemente Francia, pero no descartemos Estados Unidos o un Brasil que haya absorbido toda América Latina.
Lo peor va a ser la reforma mental, todos los viejos progres entre los que me encuentro, ven hundirse toda su concepción mental de mundo, no se si sobreviviremos a tamaño shock. Por lo pronto vaya usted regalando a sus hijos juguetes bélicos, serán una oportunidad para su supevivencia. Y las niñas que vuelvan con las muñecas, habrá que parir mucho para suplir las bajas.