Ahora que soy norteamericano y por mor de la extraterrotariedad, he te aquí que por mis orígenes hispánicos de rebote soy un experto en España, un hispanista no titulado de primer nivel. Las universidades americanas "me se" van a rifar.
Mi tesis es:
Que todos los males de España le vienen por culpa de Cataluña.
Desde la guerra de sucesión, donde los catalanes se posicionaron con el archiduque Carlos contra el resto de la nación y que culmino con la derrota de estos en 11 de septiembre de 1714. Una victoria pírrica que debilito a España por siempre jamás.
Después intentaron unirse a la Francia de Napoleón, y como los franceses sabiamente los rechazaron (no se fiaban). No por ello dejaron de aliarse en el bando carlista contra el gobierno legítimo y liberal de Isabel II. Todo por ir contra España.
Los catalanes mantuvieron con las guerras carlistas, una guerra civil intermitente. Propiciaron la dictadura del General Primo de Rivera, y después financiaron a Franco en contra de sus propios intereses y por último en su afán antiespañol alargaron la Guerra Civil inútilmente mas de 2 años.
Esto todos los políticos españoles lo saben de sobra, por eso cuando se inventaron las autonomías todos aplaudieron con las orejas.
El proceso, la pesadilla española culminara el 2014, donde por fin España se podrá librar de su región mas díscola. Desgraciadamente o tal vez no, las sinergias separatistas de Cataluña se llevarán por delante al País Vasco y Galicia.
Ya veremos como se apañan solos, para España, Cataluña ha sido como una mala mujer, de la que es mejor divorciarse.
Hace poco, en una de esas movidas multitudinarias en la Plaza de San Pedro para vitorear al Papa, había chavalillos jovenes "carlistas". ¡Jódete monín, lo que dura el carlismo de marras!... He leído varios libros sobre batallitas entre carlistas y liberales, especialmente dos biografías de "Cabrera, el tigre del Maestrazgo", y mi conclusión es doble, por un lado que representaban lo más reaccionario de aquella España, y por otro que hubo auténticos héroes, gente muy integra, al estilo del Far West. Representaban a la España oscura y clerical, pero ellos se creían su rollo. Un tío como Zumalacárregui era idolatrado por sus seguidores. Cabrera levantaba pasiones y odios a un tiempo. Creo que en aquel tiempo, aún, la basca se lo creía, pensaban que estaban combatiendo por un ideal, tanto unos como otros, al contrario que en la guerra civil del 36 en la que los fanáticos eran los cabecillas, y los demás estaban casi todos en el bando "que les había tocado en suerte". Sí, había una conciencia repúblicana, legitimista, y otra de "salvadores de la patria", pero no eran tan fuertes como en las guerras carlistas. Y, como siempre, ¡qué filón cinematográfico sin aprovechar! Las guerras carlistas hubiesen podido ser nuestros western.
ResponderEliminarAnte todo quiero decir que no voy a ocultar mi identidad porque no me avergüenzo de lo que pienso, ni de lo que soy.
ResponderEliminarMe apena leer lo que he leído. Sobretodo viniendo de alguien que vive en l' Hospitalet.
Me apenaría de la misma manera si hablaras así de Andalucía y vivieras allí.
Hablo de Andalucía lo mismo que lo podría haber hecho de cualquier parte de España, solo que a Cataluña y Andalucía las llevo en el corazón.
Sin embargo me alegro de comprobar, día tras día, que los que pensais así sois los menos. Que la gente va abriendo los ojos y se va dando cuenta que los catalanes somos gente normal, con sentimientos, y que cuando nos pasa algo bueno nos alegramos, lo mismo que cuando caemos nos duele.
Me alegra ver que mucha gente se va dando cuenta que el enfrentarnos solo interesa a los políticos, y que lo que deberíamos hacer los ciudadanos (todos) es unirnos en contra de las injusticias que padecemos.
Cataluña paga muchos impuestos que no le son devueltos. No me quejo, es lo que hay, pero entonces me duele leer que es "una mala mujer" para España.
Lo único que consigues con esta conducta es volver más extremistas a los extremistas... de ambos lados.
Me gustaría que mi comentario te hiciera reflexionar y te dieras cuenta lo feo que es hablar así del lugar donde vives, donde pasa tu vida, y donde, probablemente morirás.
Me avergüenza que una persona piense así del lugar que me vió nacer, crecer, casarme y tener a mi hija. Me avergüenza... y me duele.
No me importa si borras mi comentario. Sólo quiero que lo leas, y si consigo que te des cuenta de lo triste que se ve desde el otro lado ya estaré contenta.
Tampoco busco que intentes darme lecciones de sabiduría, solo he querido plasmar lo que me ha transmitido tu escrito, y como es mi opinión, no hay peros que valgan. Todo lo malo que tu me puedas decir de Cataluña ya me lo han dicho, y yo, aún así, la sigo queriendo. Una pena, de verdad, pues yo no tengo malas palabras para ningún lugar de España.
Ahora, eso si, sería interesante que te plantearas el irte a vivir a cualquier otro lugar... por tu felicidad. No creo que se logre la felicidad odiando hasta tal punto el lugar donde vives.
"...Desde la guerra de sucesión, donde los catalanes se posicionaron con el archiduque Carlos contra el resto de la nación y que culmino con la derrota de estos en 11 de septiembre de 1714. Una victoria pírrica que debilito a España por siempre jamás...
ResponderEliminarBueno, si tú lo crees así, pues para ti la perra gorda.
Pero no fue sólo Catalunya quien se alió con los Habsburgo, sino también Valencia, y también Mallorca y algunos más.
"El mal ve d'Almança"
Pero, en fin, veo que de historia sabes poco y de mala leche mucha