domingo, 30 de agosto de 2015

9ª jornada. De Selgua a Berbegal

Vierenes, 14 de agosto.
Son las dos no podemos dormir y estamos demasiado cansados para unirnos a la fiesta. Así que propongo a Bea una etapa nocturna, hasta el siguiente pueblo Ilche, a 7 kilometros, poco mas de hora y media. Para no perdernos en la oscuridad cojeríamos la carretera, a estas horas desierta.
Emprendemos la marcha en la que sería la etapa mas espectacular que hicieramos. Todo esta oscuro en una noche sin Luna, excepto el universo infinito. El cielo esta tachonado de cientos de miles de estrellas, se ve la Via Lactea y cada pocos minutos aparece una estrella fugaz. Son las Perseidas, las famosas lagrimas de San Lorenzo que aparecen por estas fechas.
Con todo, no se si por mirar al cielo, Bea se cae y nos da un susto, por suerte no le paso nada. Pero pongo en duda que haya sido una buena idea lo de la etapa nocturna.
A la hora prevista llegamos a Ilche, es noche cerrada y no se ve a nadie por las calles. Encontramos la cancela de la iglesia abierta, y en ese zaguán nos acomodamos a dormir. Lo que hacemos hasta la hora en que sale el sol. Hambrientos y con ganas de un café, reanudamos la marcha.
Nos ha ido tan bien por la carretea que decidimos seguir por ella, en vez de por el camino marcado.
Craso error al poco comienza a haber bastante tráfico y no podemos volver al camino original. Bea espera encontrar una gasolinera o algún bar para poder desayunar, pero no hay nada y tenemos que hacernos un cafe soluble en agua fria.
A tres kilometros encontramos un enlaze con el Camino marcado, y no dudamos en librarnos del tráfico. Nos las prometemos felices de seguir los restos de una calzada romana, de la que no queda nada. Todo sea dicho, y que mas adelante se hace intransitable a causa de la vegetación,
tal es así que a la vista del pueblo, emprendemos la ruta a campo traves para cojer la carretera que sube hasta el pueblo de Berbegal, sito en lo alto de un alto, muy alto promontorio. Cuesta subir la cuesta. Pero lo conseguimos despues de resoplar y descansar varias veces.
Llegamos al bar Meridiano, centro neuralgico del pueblo.
Llamado así porque por ahí pasa el meridiano de Greenwich. Desde allí contactamos con Manu, el encargado del albergue, de la piscina y todo lo relacionado con el turismo.
El albergue es genial, y dispone de todo. Hasta lavadora que funciona. Lo que aprovechamos para lavar toda la ropa sucia y la mal lavada en etapas anteriores.
Manu también nos pasa comida que han ido dejando peregrinos anteriores. Hay suficiente para comer y cenar.
Tras el aseo salimos a comprar unos cuantos ingredientes que nos faltan, entre ellos un pan que fabrican allí en el pueblo y que se llama "dos moños" aunque parece dos tetas, muy rico. Bea prepara unos macarrones de rechupete. A mi me toca fregar los platos y la cocina.
Tras la siesta, salimos a visitar el pueblo que es muy bonito y tiene unas vistas extraordinarias.
También dispone de varias rutas senderistas, pero con lo que llevamos encima, no vamos a andar mas. El pueblo intenta explotar el nuevo turismo rural. Junto al mismo albergue está la casa rural que se alquila a los turistas.
De vuelta al albergue, Bea cocina unas tortillas con un jamón serrano buenisimo y medio melón que compramos. Estamos en ello, cuando llega Manu con dos nuevos peregrinos, en Marc y el José, dos ciclistas de Sabadell. Tras la cena salimos al bar Meridiano, para dejarles que se acomoden tranquilamente y se hagan la cena. Les dejamos la mitad del melón y unos helados que no nos vamos a comer.
A la vuelta, todavía están comiendo. Nosotros preparamos la mochila para poder salir sin hacer el menor ruido posible. A las 11 estamos todos en la cama. Yo dormí fatal....como siempre.

5 comentarios:

  1. Lo que no entiendo es que estuvieráis demasiado cansados para uniros a la fiesta y sin embargo, emprender otra caminata.
    Lo bonito es lo que dices del cielo estrellado, sólo puede gozarse esto en los pueblos, porque en las ciudades hay demasiada contaminación lumínica.
    Yo lo he podido disfrutar en Andalucía.

    ¡Cachíslamar! ¿Lo de gafe se pega?... Lo digo por la caída de Bea. Menos mal que no fue nada.

    "Dos moños", o "Dos tetas"... ¡Ja ja ja! Buena broma.
    La lavadora ¡que funciona!, genial. Ya era hora de un poquito de civilización, je je je...

    Es bonito compartir y dejar a otros lo que no vas a consumir, en vez de tirarlo. Hoy por ti, mañana por mí.
    Es el espíritu del Camino.

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  2. Es cuestión de animos, la verdad es que soy un sosaina

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  3. Buenos días sabatinos de Octubre con fresquete en Manchester. ¡Por Dios, Doña Bea, ¿cómo es que rompe usted el encanto de de ese "momento estelar" cayéndose tontamente?! Menos mal que después lo compensa preparando unos exquisitos macarrones, jeje! Perdone, es una bromilla de un viejo peregrino, viejo por viejo y por veterano en esos caminos xacobeos que tanto nos atraen a todos.
    Olvídese del asfalto, Don Jesús, está ahí solo para los momentos en los que no hay más remedio. Las piernas se cansan mucho más en piso asfaltado y los motores con ruedas tienen mucho peligro.
    "Berbegal", otro nombre que me encanta, parece de cuento, y es uno de esos jodidos pueblos que hay que "trepar" para llegar a ellos. Me ha recordado a "Artieda" de Huesca, el pueblecito en lo alto de un pequeño monte y su acceso por una carreterilla en espiral, ¡uf, para subir sudando la gota gorda!
    Veo que son varios los peregrinos de Sabadell con los que se han encontrado. Yo conocí también a muchos peregrinos catalanes.
    Muy cierto, Doña Teresa, a los urbanitas se les está negado disfrutar de los cielos estrellados. Yo gozaba como un crío - y de hecho era un crío - en el cielo estrelladísimo que se veía desde mi casa en Cantabria. Viviamos casi en el monto. Y recuerdo haber disfrutado de otro cielo inmenso de estrellas en un p'ueblo llamado "Hornillos del Camino", en el páramo Burgales, un pueblo que hacía honor a su nombre en el caluroso verano. Dormí en la calle, junto a la tapia de un cementerio, y antes de dormirme vi todas las galaxias habidas y por haber, la Via Lactea muy bien definida y un mogollón de estrellas fugaces y de aviones en ruta noctuna. ¡Joder, todo lo que hay ahí arriba... en el "espacio infinito"
    ¡Feliz fin de semana, Doña Leona y Don Jesús!

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  4. Gracias por tus comentarios Iñaki, valen por 100

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  5. ¡Jo!, ¡tómese algo!, ¡jeje!... Simplemente me encanta hablar del Camino.

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