Sorprende en una mezcla de admiración y conmiseración por tanta ingenuidad, la cruzada del padre de la niña asesinada Mariluz, por cambiar las penas que establece la ley a los asesinos pederastras, y por pedir que castiguen la negligencia del juez que llevaba el caso.
Sabemos que la culpa no es del juez, sino del estado de "cachondeo" permanente que arrastra la Justicia desde hace años y años. Aunque el juez bien podría haber tenido la decencia de dimitir.
También sabemos lo que pasa con los proyectos de ley que presentan las iniciativas populares. Son rechazadas, incluso antes de acabar de leerlas...no es la ocasión...ahora no toca...más adelante ya veremos....y así.
Por eso nos sorprende la actitud de este padre en contraste de otros casos, en el que por culpa de un accidente de tráfico, el conductor ha sido asesinado, a veces incluso sin hacerle mayor mal al niño. Dos extremos de comportamiento, que nos lleva a reflexionar en que hariamos nosotros sin nos tocaran a nuestros niños o seres queridos.
Sin fe en la ley ni la justicia, ¿acaso no nos tomariamos la venganza por nuestra mano? Y de no ser posible,¿No contratariamos un sicario para que lo matase en la carcel, como han hecho con el secuestrador de la chica de Centelles?
La justicia no funciona, ni la penal, ni la social. Los gitanos hace tiempo que lo tenemos claro, los payos continuan engañandose a si mismos. Pero yo, como gitano y como granadino voy a comprarme una faca definitiva...voy a ponerme a la moda.