500 euros

Cojo la mochila y me voy a recorrer unos cuantos pueblos de los alrededores en plan Camino de Santiago.  Tengo que volver pronto pues esa noche trabajo. Ando y ando. ...y a la hora de volver no se donde estoy. Entro en un bar a preguntar por donde puedo cojer un autobús o el metro para volver a Barcelona. El camarero me dice que no hay nada. Entonces le pregunto por un taxi. Me da un papel con un número.
Salgo afuera para llamar y veo que pasan muchos taxis. Intento parar alguno pero no paran a pesar de llevar la luz verde. Me temo que es por los colores de la mochila, rojo y amarillo, en forma de bandera de España. Tras andar varias calles de lo que parece es un poligono industrial.  Por fin consigo uno. Es un taxi que lleva una mujer estrafalaria. El taxi es pequeño y también estrafalario. Además está sucio. También va su hijo en el taxi. un chaval de 17 años o así.  Le cuento mi problema y le digo que me acerque a Barcelona. Le digo que sólo llevo 35 euros. Se los muestro pero resulta que uno de los billetes es de 500. No se de donde a salido ese billete. Pues yo cambie 50 y me los dieron. Alguien debió confundirse.  La alegría estalla en el taxi. Ya no hay problema de dinero para llegar a mi destino. Pero la taxista parece que da vueltas sin sentido. Me exaspera y le digo que pare. ...que me bajo.

Tal ha sido el sueño que he tenido