Impresionado por los programas de televisión donde el caos y los objetos se comen las casas hasta el punto de que ha de llegar un organizador del exterior porque los de la casa son incapaces de deshacerse de los objetos que no necesitan. He hecho lo mismo en mi casa, aunque de lejos tenía un caos semejante, es mas todavía tenía espacio para almacenar. Pero he decidido deshacerme de las cosas inútiles o que no necesitaba. Y a la basura han ido.
Dos sacos grandes de ropa, vieja o que me iba pequeña porque estaba esperando a adelgazar para poder ponermela, y otro saco de cosas y objetos variopintos y completamente inútiles que había acumulado por si podría darles un uso. Mas dos cuadros que no valian un pito y ya estaba harto de verlos.
La casa ha quedado bastante despejada, sobre todo el armario. Pero aun me he quedado con ganas de tirar cosas. Por mi lo tiraba todo, pero algunas son valiosas y no queda mas remedio que guardarlas al menos hasta que se vuelva a llenar todo.
En decoración, el estilo minimalista es que mas me va, estilo japones, aunque no podría vivir en el suelo como hacen ellos, pero si la cosa zen, manacal y espartana.
No me hables... Ya sabes cómo está mi casa.
ResponderEliminarSigo haciendo limpieza y por fin, el otro día, me libré de dos enormes sacos de ropa. De todas maneras, los armarios siguen estando llenos porque mis hijos no quieren que toque cosas suyas. Si no viven aquí, se han creído que soy un trastero gratis... y ya tengo bastante con mis cosas, ¡uf!
En cierta ocasión, en una charla con amigos de un familiar, una de las mujeres dijo tajantemente que a ella no le gustaría tener una casa grande, con muchas habitaciones, porque cuesta mucho de limpiar. Mi tío -el artista-, y yo le respondimos que a nosotros sí, que cuesta más limpiar un par de habitaciones atestadas donde no puedes dar un paso que si todo está perfectamente ordenado en armarios y estantes.
El síndrome de Diogénes sólo es cuando se trata de basura, pero no lo creo aplicable en mi caso, con gran cantidad de material y herramientas de plástica, pintura y bordado, ya que lo sigo usando. La ropa sí era inútil por quedarme demasiado grande, pero al estar nueva y ser de marca, me sabía mal bajarla a la calle y dejarla junto al contenedor de basura porque he visto muchas veces estas ropas, dejadas por otros, tiradas a lo largo de la calle, en plan gamberrismo. Finalmente he encontrado a alguien que se las ha llevado contentísima.
El problema es el consumismo, vas comprando cosas y al cabo de los años te acaban saturando. Y como muchas son nuevas y tampoco puedes revender, aunque ahora hay una oportunidad con Internet....en fin
ResponderEliminarTampoco. Al menos en mi caso, dado que la gran cantidad de ropa buena acumulada se debió a que me la regalaron en su día, tanto a mí como a mis hijos. Ya sabes, ser la pobretona de la familia...
EliminarSólo una vez rechacé algo tajantemente: un chaquetón de piel de no sé qué pobre animal peludo. Y la generosa donante es comunista de toda la vida. A ver si te enteras de una vez de la izquierda del caviar, que yo los conozco personalmente y los he sufrido en demasía.