Estas fiestas van a ser las de las tablets, el artilugio de moda que junto los e-books van a arrasar. Yo mismo a veces siento la tentación de comprarme uno. Pero siempre logro vencer tan insensata tentación. Nuestras vidas se están apantallando. Teniamos la televisión de toda la vida, pero de repente nos vemos rodeados de dispositivos con pantallitas, algunas absolutamente innecesarias.
A todo esto la gente lo llama progreso, de hecho las nuevas generaciones dificilmente podrán concevir un mundo sin pantallas. Yo instintivamente siento una alergía hacia estos dispositivos, y general contra toda tecnología. Si todos fueran como yo, no se habría inventado la rueda. ¿Para que?
Mi posicionamiento es indefendible, ya lo se. El hombre es consustancial a la tecnología, es el animal tecnológico. De hecho ya hay quien predice que acabaremos siendo autenticos cyborg. De hecho muchos ya lo somos, que es sino unas simples gafas. O incluso la ropa que llevamos. No queda nada para que las gafas se conviertan en dispositivos de realidad aumentada y la ropa en exoesqueletos.
No se de donde me viene esta fobia por la tecnología. Si será algo psicológico o algo real. Pienso en la influencia de las ondas electromágneticas, a veces me parecen que me están taladrando realmente, que me queman. Pero también siento animaversión por la pura mecánica. Que es sino mi fobia por los coches, verdaderamente objetos dañinos, pero este pensamiento podría venirme a posteriori. Además tampoco me gusta usar herramientas, algo con lo que muchos disfrutan. Esto en parte o ¿sera consecuencia? de mi falta de destreza para los trabajos manuales.
Me gustaría volver a la selva, pero no duraría nada. Aparte que los hombres primitivos tienen su propia tecnologia adaptada a sus circustancias...pero que digo, si hasta los chimpances usan herramientas. Estoy perdido, solo me queda hacerme monje budista.
Ommmm….. Para que te vayas ambientando. Ja,ja,ja
ResponderEliminarDe las nuevas tecnologías hay cosas que me gustan, otras que detesto y otras que no me llaman la atención.
El coche, lo odio de toda la vida, pero es un mal necesario en muchos casos. Espero llegar a ver los que se conducen solos y además están en la calle, echas la moneda, lo coges, lo usas para ir a donde sea y lo vuelves a dejar a disposición de otros en un aparca coches… como hacen en algunos sitios con las bicis.
El ordenador me gusta. Cuando era pequeña se me pegaba la cara en los escaparates de las tiendas donde había máquinas de escribir. Me encantan los teclados. Por eso las tablets no me llaman la atención. Los móviles con internet, que tiene todo el mundo, tampoco. Además, esas pantallas tan pequeñas…
Me gustan y agradezco las nuevas tecnologías, pero es curioso que algunas, como la máquina de fotos, las tengo porque me empuja e insiste mi marido en que las compremos. Es curioso porque él no ve desde hace 7 años y no puede disfrutar de cosas que me compro porque él se empeña en que las compremos.
Él es un forofo de todo lo que suene a robots, creo que cuando esté a la venta la mujer robot, me cambia por una.
¿Monje budista? No ibas a durar ni dos días, que a ti te va la marcha aunque pretendas negarlo, je je je...
ResponderEliminarEsos cacharros no me gustan, son juguetitos tontos. Mis hijos tienen móvil para ver el correo, pero hace tiempo que se han dado cuenta de que es un rollo y lo que me responden es que esperarán a estar en casa y contestar mediante el ordenador.
A mí me bastan el ordenador y el móvil para SMS, paso del resto. El coche sí lo considero necesario, pero como no tengo carnet, necesitaría un chófer y para ello tendría que ser una chupadora del bote como la Botella y otras.
Buena idea la de Celia, un coche eléctrico es más fácil de manejar y con lo que propone te ahorras el mantenimiento, revisiones y todas las zarandajas que salen por un pico. Lo usas para algo puntual y listos. Lo malo es que resulta imposible por los intereses creados, que los fabricantes de vehículos se iban a tirar a la yugular.
En fin, que no parece que vaya a haber mejora porque cuando tres se convencen de la inútilidad de tanto cacharrito, ya hay diez haciendo cola para comprarlos.
Al menos no desaparecerá el libro impreso, de esto podemos estar seguros los que somos buenos lectores porque los otros sólo son tontainas fardando en el Metro.
La tecnología amigo, la tecnología. Maravillosa bien utilizada, demencial como modo de vida, catastrófica en malas manos.
ResponderEliminarMe pido el caballo de 'Le llamaban Trinidad', aquel al que Terence Hill le ordenaba " A California", y mientras el se recostaba en aquel camastro que arrastraba el corcel, este emprendía camino del destino ordenado. Riete del GPS.
¡FELIZ AÑO NUEVO! Jota Uve.