El medio es el mensaje

Que verdad es el viejo aserto. Desde que no tengo internet en casa se me ocurren menos ideas y las que se me ocurren son mas torpes e inacertadas. Estoy perdiendo habilidades internáuticas, no se si serán compensadas con una nueva visión de la realidad, pues ciertamente me viera un poco alienado por la virtualidad.
Bien es dicho que el cerebro es un organo flexible que aprende cualquier cosa, pero también desaprende rápidamente, sobre todo a ciertas edades. Mantener el cerebro vivo no es cosa fácil, caemos en rútinas peligrosas, los nuevos retos mentales se hacen cansinos, por no decir difíciles.
En todo caso la vida virtual tiene algo que me repele, todo será falso, pero lo virtual lo encuentro doblemente falso. No es que captar la realidad sea fácil, aplastados por nuestra mismidad, apenas podemos sacar la cabeza en nuestras interrelaciones con el medio y otras personas.
La cosa se complica si pensamos que nosostros mismos no somos nosotros mismos, sino guiados por un subconsciente complejo incluso para los que siguen tratamiento psicoanalitico. Y aun siendo nosotros mismos, ¿somos como deberíamos ser? Poca gente está contenta consigo mismo, yo desde luego no. Hay demasiadas cosas que se me escapan.
La paz de espiritu se me atoja una entelequía, un cosa ni siquiera deseable, pues una persona en paz consigo mismo es sin duda un gran egoista tal como esta el mundo.