viernes, 28 de agosto de 2015

4ª jornada. De Balaguer a Alguerri

Domingo 9 de agosto.
Me desperte cerca de las 6. He desayunado en el piso de arriba, donde está la cocina-comedor. Al poco se desperto Daria, que rapidamente ha salido con su bicicleta. Le esperan dos etapas antes de llegar a Barcelona. En Igualada tomará el tren, quiere saltarse la subida del Bruc. Le recomiendo que vaya por la rivera del rio Llobregat en vez de por carretera. Vuelvo al desayunar, y me tumbo en la cama a la espera que despierte Bea. Me quedo dormido.
Por fin se despierta Bea y lo organizamos todo para salir, nos aplicamos la vaselina en los pies y montamos las mochilas. En la plaza Mercadal vuelvo a desayunar y departimos con los lugareños.
Todo seguido atacamos la cuesta que principia el Camino de salida de Berdaguer. El camino discurre por una pista de gravilla recien arreglada. A traves de campos abiertos.

Hace un dia esplendido, soleado con algunas nubes algodonosas y la mañana es fresquita. Nos esperán unos 16 kms hasta Alguerri.
Nos plantamos en Castello de Farfanya casi sin sentir. El pequeño pueblo al pie de una colina coronada por una impresionante iglesia.
A la entrada preguntamos a unos lugareños por un bar o restaurante donde comer algo. Y nos remiten al bar Lo Centro. Un local pintoresco y acojedor donde no hacen comidas. Pero nos ofrecen un plato de espaguetis que ellos mismos se ve que van a comer.  Yo rapidamente me apunto, vea solo pide un bocadillo de lomo. Yo además de los espaguetis pido un bocadillo de tortilla, como segundo. Aunque al final la mujer se equivoca y me trae también uno de lomo. Me conformo, no es cuestión de tirar la comida.
Después de comer y en busca de un lugar donde echar una siesta subimos a lo alto de la iglesia a traves de una cuesta muy empinada y un poco peligrosa. No hay sombras al lado de la iglesia, bastante abandonada. Asi que al final nos tumbamos debajo de unos pinos.
Yo duermo cerca de una hora, pero Bea dice que no durmio nada porque tenía frio.
Bajamos al pueblo con la intención de tomar café en el otro bar del pueblo y pasar el resto de la calurosa tarde. Pero está cerrado por lo que emprendemos el camino de Alguerrí.
El camino discurre con la sierra Larga a la derecha y una explanada sin fin a la izquierda, un horizonte sin limites.
Todo va bien hasta que en un error fatal cojemos la dirección equivocada y adamos casí un kilometro antes de darnos cuenta que vamos hacía este, en vez de noroeste. Por una vez la brujula sirvio de algo. Desandamos lo andado. Por suerte es una senda entre las sombras de los arboles. Tal vez por eso nos equivocamos, era el camino ideal.
Llegamos a Alguerri cerca de las 9 y tras preguntar llegamos al hogar de jubilados San Blas, que gestiona el albergue, un piso anexo. Llegamos justo a tiempo, pues a las 9 cierran.
Los viejos son muy amables y nos da todo tipo de facilidades, indicandonos el bar-restaurante donde podemos comer. Al lado de la carretera. Lo que hacemos todo seguido antes de que nos cierren.
Bea pide un plato combinado con una enorme sepia. Yo por fin me puedo comer un bocadillo de tortilla, que se me antojaba desde ayer.
Volviendo al albergue, el ritual de siempre, deshacer la mochila, ducha, fricción de pies con alcohol de romero, lavado de ropa y a dormir.

2 comentarios:

  1. Posiblemente, a ojos profanos les parezca todo esto poca cosa, pero yo valoro mucho el esfuerzo realizado, yendo de aquí para allá sin saber qué váis a encontrar, ¡uf!

    Muy buenas las fotos de Bea. Veo que llevas la vieira colgada al cuello, Jesús, yo tengo varias en casa, no sé dónde, pero estar, están, je je je...
    Ah, y el sombrero es mucho mejor que una gorra.

    ResponderEliminar
  2. ¡Àpetito de caminantes peregrinos, el mejor apetito culinario de esta vida!... ¡Ya me gustaría estar haciendo ahora el Camino para volver a disfrutar de ese apetito "voraz", jeje!
    ¿No molestaron los mosquitos ni las hormigas durante la siesta en el pinar?... Pues en el caso de que no os incordiasen, también envidio esa siesta.
    ¡Lo logró, bocata de tortilla!, ¡enhorabuenísima!
    Estupendo lo del alcohol de romero. Me lo apliqué en mis primeras peregrinaciones, luego ya tiré solo con el voltarén.
    Magnificas fotos, ¡siento calor con solo mirarlas!

    ResponderEliminar

Gracias por vuestros comentarios, en breve serán publicados y pasaré por vuestros blogs.