NUEVA CARTA DEL DIRECTOR
Ante un mundo cada vez mas loco, se
constata la necesidad de poner "seny". Y por lo tanto de seguir dando la
batalla hasta el final.Si, sabemos que es una guerra perdida, pero como
al escorpión de la fábula, programado para matar. Algunos estamos
programados para salvar, o al menos intentarlo.
La horrible
manifestación xenofoba del pasado día 11, de verdad que nos dejo
tocados, de como nunca tantos se dejarón engañar tanto. Pero tenemos que
seguir intentando que la locura colectiva NO se imponga en esta parte de la Tierra, o en cualquier otra.
Recientes descubrimientos han descubierto el origen del nacionalismo.
Son tan sorprendentes que me han dejado pasmado. No tiene nada que ver
con la cultura ni con las personas, ni desde luego con la mente humana.
Una persona necesita agua, y tiene sed. Necesita comer y le entra ganas
de comer. Necesita reproducirse y se enamora. Son funciones básicas
programadas por nuestros genes. El nacionalismo también tiene un origen
genético.
El genoma humano compuesto de millones de genes, de los
cuales se creía que la mayoria eran basura producto de la evolución, en
realidad dichos genes inactivos lo son porque están anulados por otros
mas fuertes que los dominan y por decirlo de alguna manera los oprimen.
En cada una de nuestras células se está produciendo una guerra de genes,
donde el mas fuerte prevalece. Y donde la mente o consciencia humana
poco puede hacer.
En esta guerra de genes, el nacioalismo es un
daño colateral. En el afan de los grupos de genes por prevalecer y
reproducirse se produce en nuestro cerebro los sentimientos
nacionalistas, racistas y xenofobos. Grupos afines de genes conspiran
para imponerse creando si fuera menester una nueva raza, primero y
especie después. Si, Darwin ha sido superado.
¿La clave es, podemos
los humanos revelarnos contra nuestra miserable existencia producto de
unos entes microscópicos que obedecen a ve tu a saber que propósito? Un
dios o dioses alienigenas o la propia naturaleza de universo o
multiuniversos. Es sabido que las explosiones de las estrellas, producen
moléculas organicas en cantidades industriales o estelares.
Sea el
que sea nuestro origen, tenemos que transcender. Podríamos ceder al
nacionalismo y permitir que se produzcan diversas razas y nuevas
especies de humanos. O podemos luchar todos juntos para revelarnos
contra nuestra propia naturaleza que nos oprime. Y si hay que hacer
ingeniería génetica, la hagamos nosotros mismos conscientemente. No
impuesta.
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